En el debut como cineasta de Lyle Mitchell Corbine Jr (Bad River Band de la tribu del lago Superior de Chippewa) con la película Wild Indian, Michael Greyeyes (Plains Cree de Muskeg Lake First Nation en Saskatchewan) y Chaske Spencer (Fort Peck Tribe con Lakota, Nez Perce , Cherokee y Creek) interpretan a Michael y Ted-O, respectivamente, dos amigos de la infancia que no pueden superar un evento traumático de su pasado. Michael se convierte en un exitoso hombre de negocios con una vida aparentemente grandiosa -una casa cara y minimalista en California, una hermosa esposa (Kate Bosworth) y un niño - sin embargo, está atormentado tanto por el evento como por el violento trauma que vive dentro de él. Es la exploración de Corbine Jr. de las múltiples facetas de este trauma - que trascienden más allá de las dos líneas de tiempo ostensibles de la película (primero, la década de 1980, cuando ambos niños son jóvenes, y, posteriormente, la del presente) y reverberan a través de ambos hombres- lo que le otorga fuerza a la película. “Las aparaciciones son una forma en la que los sistemas abusivos de poder se dan a conocer y sus impactos se sienten en la vida cotidiana, especialmente cuando supuestamente éstas han terminado”, cita el poeta indígena Billy-Ray Belcourt en “The Body Remembers When the World Broke Open”, un texto que considera los efectos desgarradores del violento colonialismo en los cuerpos e identidades indígenas. Aunque la película puede leerse como un thriller psicológico complejo (un hombre con tendencias psicóticas comete una serie de asesinatos), también puede ser analizado de una manera más amplia, como una exploración poderosa de los traumas indígenas. Reseña por: Chloë Roddick